¿Cuales son los estilos de vida saludable?
Entendemos por estilo de vida saludable aquellos hábitos de nuestra vida diaria que nos ayudan a mantenernos más sanos y con menos limitaciones funcionales. Para llevar una vida más sana nos debemos centrar, principalmente, en dos aspectos: nuestra dieta y el ejercicio físico, pero tambien: desayunar todos los días, ducharse diariamente, levantarse siempre a la misma hora o realizar yoga, constituyen un buen ejemplo de dicho fenómeno. La cultura de lo saludable lo inunda todo y nos exige adaptar nuestras vidas, en todos sus aspectos, a pautas de funcionamiento que se presumen saludables. Sin embargo en tal dinámica puede existir una tergiversación de lo que es realmente esencial a la hora de proponer un estilo de vida recomendable y libre de riesgos adicionales, que es básicamente el evitar las conductas de riesgo lesivo o de enfermedad.
Qué estilos de vida no son saludables?
Existen tres tipos de habitos malignos: habitos de riesgo, habitos toxicos y habitos nocivos
Hábitos de riesgo
En los que llamaríamos hábitos de riesgo (conducir imprudentemente, practicar sexo inseguro, etc.), se incrementa el peligro de sufrir un daño por la práctica de una actividad en condiciones de escasa seguridad.
Hábitos toxicos
Son los producidos por el consumo de una sustancia nociva que incrementa el riesgo de sufrir un deterioro. Entre tales hábitos se encuentran lógicamente los relacionados con el consumo de todo tipo de drogas, siendo el tabaco y el alcohol, por su gran extensión en la sociedad, los que más preocupan a las autoridades sanitarias
Hábitos nocivos
Hábitos nocivos hay muchos, pero yo les nombrare unos cuantos:
- Tabaco, el sempitermo hábito nocivo
El tabaquismo supone un problema de salud mundial de primer orden por ser la primera adicción en el mundo contemporáneo y ostentar de modo probado el dudoso honor de provocar más de 25 enfermedades graves. Asímismo es causante de un número altísimo de muertes prematuras en todo el mundo (4 millones al año aproximadamente). Se calcula que en torno a unos 500 millones de los 1.200 millones de fumadores que existen en el mundo morirán por una enfermedad relacionada con el tabaco, lo que supone que prácticamente uno de cada dos fumadores fallecerá antes de la vejez por el tabaco.
- Alcohol, un hábito cultural mal entendido
El alcohol constituye un serio problema de salud pública no sólo por la inacabable lista de enfermedades que puede provocar, sino también por el tremendo impacto que su consumo irracional ejerce en la convivencia. Se estima que están relacionados con el alcohol un 25% de los suicidios, un 15% de los accidentes laborales, un 25% de los accidentes de tráfico (porcentaje aún mayor -40%- si se consideran sólo los mortales) y un 20% de las urgencias médicas. De la población reclusa de cualquier país occidental, prácticamente la tercera parte cumple penas por delitos relacionados con el consumo abusivo del alcohol.
El abuso de alcohol es causa de muchas enfermedades de tipo maligno (cánceres de senos óseos, boca, lengua, labio, orofaringe, nasofaringe, laringe superior, esófago, hígado...); cardiovasculares (arteriosclerosis, miocardiopatía); hepáticas (cirrosis etílica, hígado graso...); digestivas (cuadros de malabsorción, gastritis aguda, úlcera gastroduodenal, hemorragia digestiva alta, pancreatitis aguda y crónica)
Sin embargo cabe decir que el consumo moderado (un vaso de vino en las comidas) puede disminuir el riesgo de infarto de corazón, efecto favorable que se ha demostrado en varios estudios clínicos .
- Alimentación inadecuada
Se considera una alimentación inadecuada la que favorece enfermedades como la obesidad y la arterioesclerosis, entre otras posibles enfermedades. Una dieta sana ha de tener presente alimentos ricos en fibra (pan integral, frutas, verduras, legumbres, frutos secos...) y una proporción global adecuada de hidratos de carbono (50%), grasas (30% máximo, no debiendo superar las saturadas el 8%-10%) y proteínas (15%).
Una dieta con excesivas calorías o con exceso de grasas o hidratos de carbono conduce a la obesidad, sobre todo en ausencia de una práctica adecuada y regular de ejercicio. La obesidad favorece múltiples trastornos de salud, de los cuales destacan el síndrome de resistencia a la insulina (clave de la diabetes) y las enfermedades cardiovasculares.
Seamos conscientes de nuestra dieta, de los alimentos que nos benefician y, después de una buena comida,...... ¡a movernos! Si se puede con ejercicio regulado mejor, pero si no caminemos.... paseemos por nuestra bonita ciudad! y ¡¿por que no?¡ invitemos a algunos familiares y amigos a unirse a nuestro nuevo estilo de vida saludabe